7/6/11

MANIFIESTO: VIII MARCHA EN DEFENSA DEL LITORAL.

Pedro García Moreno (Asociación de Naturalistas del Sureste).

Agradezco a Murcia No se Vende y a los participantes a la VIII Marcha en Defensa del Litoral que sigáis manteniendo el ánimo y espíritu reivindicativo que nos han traído una vez más a las orillas de la mayor laguna litoral española a pedir, a clamar, por su conservación.
Pocos lugares de la Península Ibérica cuentan con tantas figuras de protección como el Mar Menor: Espacio Natural Protegido, Humedal de Importancia Internacional Ramsar, Lugar de Importancia Comunitaria, Zona de Especial Protección para las Aves y Zona Especialmente Protegida de Importancia Internacional.
Pero menos aún siguen siendo tan maltratados ante tanta protección teórica, que poco tiene de práctica. A pesar de haberse sometido en tres ocasiones a exposición pública, el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de los Espacios Abiertos del Mar Menor sigue sin aprobarse definitivamente, la Comunidad Autónoma rechazó la puesta en marcha del Plan de Gestión Integrada del Mar Menor (respaldado por Naciones Unidas), la Fundación Cluster para la conservación del Mar Menor ha sido disuelta, y el Plan de Acción del Mar Menor impulsado por el Ministerio de Medio Ambiente se encuentra prácticamente parado.
Para nuestra vergüenza, debemos recordar que buena parte de lo que el hombre ha ocupado y destruido en el Mar Menor y su entorno apenas ha ocurrido a lo largo de los últimos sesenta años: los canales artificiales que lo unen con el Mediterráneo a través de La Manga, las miles de Tm de residuos mineros acumuladas en la orilla Sur, los 9 puertos deportivos que salpican sus orillas con más de 4.500 embarcaciones que periódicamente lo invaden sin limitación alguna, el aeropuerto internacional y sus dos pistas, las decenas de miles de viviendas de La Manga, y otras muchas miles de la orilla interior, los vertidos de nitratos de origen agrícola que llegan a la laguna “ocultos” a la vista en las cristalinas aguas de arroyos impropios de una tierra con escasez de agua. Afortunadamente, también se han paliado algunos problemas, como el vertido de aguas residuales sin depurar, gracias a la construcción de nuevas depuradoras…
A un lado y otro de La Manga las playas están perdiendo sus arenas de manera alarmante, hasta el punto que en muchos lugares las terrazas de viviendas y edificaciones varias se introducen directamente en las aguas de la laguna.
Pero ante tanta presión, la naturaleza del Mar Menor ha soportado estoicamente tan mal trato. Incluso, algunas especies han vuelto a sus orillas, como ocurre con la canastera, que paradójicamente ha elegido las zonas agrícolas intensivas para reproducirse, librando a los cultivos de insectos perjudiciales. Algunas especies de garzas han colonizado las islas interiores, y diversas especies de golondrinas de mar (charranes) han formado nuevas colonias reproductoras en espacios humanizados como las Salinas de San Pedro.
Hoy caminaremos hasta el humedal de Lo Poyo para llamar la atención sobre uno de los proyectos más disparatados de cuantos se han aprobado en las últimas décadas en el entorno del Mar Menor. El Plan Parcial de San Ginés de La Jara, o Novo Carthago, impulsado por la inmobiliaria HANSA Urbana y con el respaldo económico de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, que pretende la construcción de entre 8.000 y 10.000 nuevas viviendas, dos campos de golf y hoteles, acabando para siempre con los paisajes agrícolas situados en entre el monasterio de San Ginés de La Jara y los saladares costeros.
Aunque logramos a comienzos del s. XXI mediante la acción judicial que se paralizara el proyecto urbanístico de Lo Poyo, nuestras autoridades locales y regionales no cejaron en su empeño hasta conseguir la aprobación definitiva de un proyecto si cabe aún más disparatado que el primero. Debemos recordar que quienes gobiernan tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad Autónoma dieron su visto bueno, y presentaron, el citado proyecto cuando todavía no se habían iniciado los trámites de modificación del Plan General y la Evaluación de Impacto Ambiental.
El Ayuntamiento de Cartagena quiso extender el modelo de Novo Carthago a todo el Sur del Mar Menor, convirtiendo la totalidad de los paisajes agrícolas situados entre El Algar y las Salinas de Marchamalo en una inmensa ciudad del golf, con siete campos unidos y rodeados de urbanizaciones. Aunque han retirado el proyecto por el momento, también han rebajado el nivel de protección del suelo, que desde No Urbanizable de Protección del Mar Menor ha pasado a No Urbanizable Inadecuado. Las Directrices de Ordenación del Litoral de la Región de Murcia ya contemplaron la posible urbanización de todos los espacios agrícolas al Sur del Mar Menor.
El resto de los municipios ribereños tampoco han ido a la zaga con los nuevos desarrollos urbanísticos: qué decir de Los Alcázares, con el resort de Torre del Rame o las urbanizaciones al norte del municipio, que han acabado con paisajes agrícolas y las antiguas salinas de Los Narejos, o el crecimiento de San Javier o San Pedro, devorando magníficas tierras agrícolas y humedales y cercando espacios naturales como las Salinas de San Pedro.
Si la crisis, las acciones judiciales y las protestas sociales no lo remedian, las administraciones local y autonómica van a seguir poniendo todas las facilidades para que miles de nuevas viviendas colmaten un poco más lo que había sobrevivido a la vorágine urbanística del s. XX. Y atentos al nuevo Plan de Puertos, que proyecta construir nuevos amarres o ampliar parte de los puertos existentes para más de 1500 nuevas embarcaciones…
Si pudiera hablarnos, es probable que el Mar Menor nos pidiera que no expresáramos tanto cariño.Incluso, es muy probable que tan solo nos lanzara un grito de auxilio, un “Basta Ya. No me queráis tanto. Tan solo respetadme, a mí y a mis habitantes, especialmente las plantas y animales que tantos beneficios os aportan. Dejadnos al menos algunos espacios tranquilos. No nos agobiéis con más urbanizaciones y viviendas vacías. No construyáis más playas donde nunca las hubo, removiendo y enfangando para ello los fondos lagunares. Devolvedme algunos de los arenales y dunas que me habéis arrebatado, ¿acaso no habéis tenido suficiente?. Abrid vuestros ojos y contemplad lo que me habéis hecho, ¿no os agobia tanta construcción y tanta gente?. ¿No os da vergüenza seguir pidiendo más desarrollo para mejorar la economía, si es el exceso de desarrollo el que os está llevando a un camino sin salida?. ¿Para qué queréis más puertos y barcos, si apenas salís a navegar?. ¿Es mucho pedir que no llenéis de redes hasta el último rincón de mis orillas, y que controléis el furtivismo si quiera para mantener la actividad milenaria por excelencia que aún sigue dando de comer a tanta gente?, ¿Es posible, en definitiva, que os paréis si acaso un momento para reflexionar si lo que me estáis haciendo os produce al menos felicidad?. Os lo pido el Día Mundial del Medio Ambiente, el 5 de junio de 2011, con esperanza de que seáis capaces de cambiar un futuro que parece inevitable.

'Murcia no se vende' reúne a cien personas en una marcha matinal contra la urbanización de Novo Carthago
La Verdad. Murcia.
«Pocos lugares de la Península Ibérica cuentan con tantas figuras de protección como el Mar Menor... pero menos aún siguen siendo tan maltratados ante tanta protección teórica, que poco tiene de práctica. Para nuestra vergüenza, debemos recordar que buena parte de lo que el hombre ha ocupado y destruido en el Mar Menor y su entorno apenas ha ocurrido a lo largo de los últimos sesenta años». Con esta crudeza expuso ayer el director de la Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse), Pedro García, la visión que su organización tiene de los problemas que amenazan la conservación de la mayor laguna litoral de España.
Ante un centenar de personas, García abrió en la plaza de la iglesia de Los Urrutias la octava Marcha en Defensa del Litoral, organizada por la plataforma social 'La Región de Murcia No Se Vende'. Ciudadanos de todas las edades recorrieron a pie y en bici el paraje protegido de Lo Poyo para protestar, en particular, contra la recalificación de suelo junto al humedal por parte del Ayuntamiento de Cartagena. Exigieron a esta institución y a la Comunidad Autónoma que den marcha atrás en las autorizaciones para construir unas 10.000 viviendas, dos campos de golf y varios hoteles junto al saladar y el Mar Menor.
Gran pérdida de arena
Entre otras cosas, recordaron que una última modificación del planeamiento propuesta por la Concejalía de Urbanismo de Cartagena y por ahora autorizada por la Comunidad deja en el aire la retirada de metales pesados del humedal.
'Murcia no se vende' quería hacer ver a la sociedad que el litoral de la Región está en peligro por planes urbanísticos y de infraestructuras, como el macropuerto de El Gorguel, y reclamó no edificar más en La Manga o crear una zona de diez kilómetros en torno al Mar Menor libre de más viviendas.
Pedro García reconoció la mejora en la depuración de aguas residuales, pero recordó el daño que sufre la laguna salada por la presencia de nueve puertos deportivos y más de 4.500 embarcaciones a motor o los vertidos de nitratos de origen agrícola.
Además, calificó de «alarmante» la pérdida de arena a un lado y otro de La Manga, «hasta el punto de que en muchos lugares las terrazas de viviendas y edificaciones varias se introducen directamente en las aguas de la laguna».
Tras la marcha por Lo Poyo, la jornada terminó con una degustación de paella y una fiesta con conciertos en Punta Brava.

Para ver fotos de las actividades pincha aquí.

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